jueves, 10 de marzo de 2011

Aprende a ver cine y distingue los trabajos bien hechos


Mucha gente no sabe distinguir una obra maestra de una película cutre. Lo máximo que puede decir alguien cuando acaba de ver una película es “me gusta” o “no me gusta”. Puedo decir que la mayoría de gente no sabe ver películas. El público está acostumbrado de forma inconsciente a un lenguaje audiovisual que ha aprendido a medida que han ido viendo películas, pero no sabe por qué una película es buena, por qué una escena transmite cierta sensación de miedo o de risa. Pero si uno se fija en la música, en la iluminación, en el tono de color, en el tipo de plano y en mil cosas más puede darse cuenta de hasta qué punto un trabajo está bien hecho y estudiado al milímetro.

Si aprendéis a ver más allá de lo que se ve en una simple película podréis disfrutar de un clásico del cine muchísimo más que antes. La diferencia está en que aprendáis a saborear los detalles, que es donde está la calidad.

A continuación os pondré un ejemplo que analizamos hace poco para comprender y desengranar visualmente una escena y ver qué son las cosas que hacen grande a una película.

Para eso tenemos esta escena de la película La noche del cazador.

Tenéis que ver el vídeo y luego poner pause en cada segundo que mencione. Así se puede comprender por qué La noche del cazador es una obra maestra y por qué transmite tantas cosas. Lo más importante para ver hasta qué punto una película es grande es con el uso de lo simbólico.



Vamos a ir punto por punto, segundo por segundo y veremos que en el cine (y menos en esta obra maestra) nada es casual.

Segundo 0:06

Es un plano que divide el espacio en dos. Se dividió el espacio para distinguir lo hogareño y lo extranjero. En el lado derecho está el hogar, con la lumbre, en el medio están los niños que dividen el espacio, y a la izquierda está el personaje del reverendo Powell.

Lo primero que hay que destacar del plano es el color (aunque sea en blanco y negro). Los personajes del hogar son grises, son gente sin importancia. Y el mayor contraste que se ve en la pantalla es el del reverendo Powell. El mayor negro y el mayor blanco que hay se ven en él para demostrar así la importancia del personaje y su complejidad. El director nos está diciendo cosas sólo con los colores.

Segundo 0:19

Plano de una mujer triste, con una sombra a la izquierda de la pantalla bastante siniestra. Lo más destacable de aquí es que el máximo punto de luz está en la medalla de la mujer. La medalla cobra un protagonismo justificado. El director de fotografía tuvo que poner un foco bien puesto para que resaltara así. Mucha gente cree que estas cosas no se miden, pero nada es casual en el cine (bien hecho).

Segundo 0:27

Plano desde el lado “hogareño”. Nos dice muchas cosas el plano, la composición apunta toda hacia el reverendo Powell. Las líneas de la barra van hacia él, los dos personajes le miran y le rodean y toda la atención va hacia él. También en el recorrido natural que hace el ojo acaba siempre en la cuchara de palo. También hay que destacar la línea de fuerza vertical que parte al personaje en dos.

Pero sobre todo, lo más importante, es el perchero que hay situado en la pared. El director pudo poner otro tipo de perchero, pudo haber colocado una planta, un cuadro, una ventana, pero no. Colocó un perchero que proyecta unas sombras amenazadoras, que van muy acorde con el personaje.

Segundo 0:34

Plano en el que aparecen los rasgos significativos del personaje. Un sombrero, el perchero tétrico, y a la izquierda una caja registradora, que no está ahí casualmente.

Segundo 1:12

El personaje se levanta. Hay una sombra muy desconcertante a la derecha de la pantalla que el director de fotografía no ha querido quitar. Hubiera sido muy fácil poner un foco que lo quitara, pero prefirió mostrar siniestralidad con esa sombra. También hay que destacar qué partes de su cara han iluminado. Su parte de la cara izquierda está completamente iluminada, y es el lado del odio según él. Sin embargo su lado derecho, el del amor, está completamente oscuro.

Todo esto nos da la sensación de que el personaje no es del todo fiable.

Y eso es todo.

Ahora quiero que veáis esta escena de la película El hombre que mató a Liberty Valance, que es otra obra maestra. Analizad vosotros mismos qué personaje tiene mayor contraste y cómo interactúan entre ellos. Fijaos en la importancia tiene la arquitectura en los planos y en cómo las vigas dividen a los dos personajes principales cuando aparecen en el mismo plano. Preguntaos qué es lo que tiene John Wayne que le da esa presencia tan poderosa en la escena y fijaos qué aparece en el fondo cuando John Wayne habla y pensad en qué simbolismo tiene. Visionadla y revisionadla hasta que comprendáis por qué estáis ante una de las mejores escenas de la historia del cine (aparte de todo su significado y contenido, pero ese es otro tema) y preguntaos por qué John Ford fue uno de los más grandes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario