jueves, 18 de mayo de 2017

Nebulosas


A veces pienso que vivo atrapado en una realidad virtual diseñada para personas que han muerto, que vivo en una especie de Matrix, o en un mundo como San Junípero de Black Mirror. Todo me parece irreal, estúpido, sin sentido y encajar las piezas del puzle me resulta imposible.

No sé por qué me siento solo. Mis amigos están lejos. En esta ciudad no queda nada, está derruida y en llamas.

En uno de esos arrebatos de soledad me descargué la aplicación de Tinder con la esperanza de encontrar gente cerca, alguien que me saque de esta irrealidad. Miro los perfiles de la aplicación y sólo veo a personas sin alma, rostros completamente insípidos que no me transmiten absolutamente nada, la mayoría de gente ni se pone una descripción para que no tenga que elegir si me gusta sólo con un rostro. Sólo hay gente muerta en vida, gente que no se ha preguntado jamás quiénes somos, de dónde venimos, gente que no ha mirado a las estrellas fascinado por la inmensidad del cosmos. Tal vez ellas piensen lo mismo de mí, pero yo al menos puse una descripción para que no tengan que juzgarme sólo por mi cara de tonto.

Pronto recibo una llamada. Es mi ex. Hace cuatro años que no hablo con ella. Me dice que se va a casar, pero que en el fondo está enamorada de mí. Me dice que si yo quiero ella cancela la boda. Le digo que yo no funciono así y que se case. Me ha desbloqueado del teléfono después de tantos años. Me insiste por mensajes. Me repite varias veces que me quiere y le digo que después de estos años a mí me pilla frío y que me incomoda. Me dice que si no quiero nada con ella es porque tengo novia, le digo que no, que no tengo novia. No me cree. Me llama enfadada preguntando quién es mi novia. Le digo que no existe. Sigue sin creerme. Le digo que si quiere puede hablar con mi padre y preguntarle si tengo novia. Me dice que le pase con mi padre. Mi padre le dice que, en efecto, no tengo novia. Parece que al fin me cree, pero su problema es que siempre desconfió de mí con celos irracionales. Hasta creaba perfiles falsos en redes sociales haciéndose pasar por mujeres para ver si la engañaba con esos perfiles. Al ver que no consigue nada conmigo me insulta, me dice que soy el mismo de siempre, que estoy incapacitado para amar. No creo que sea ese mi problema. Me vuelve a bloquear de todas partes. Espero de corazón que sea feliz con el chico con el que está.

Miro el Facebook. Me parece otra fosa común. La gente se publicita y escupe sus miserias ahí. Está todo lleno de publicaciones sin sentido, sin nada de trasfondo, como seres que navegan a la deriva y utilizan sus móviles de salvavidas.

En eso que veo una fotografía de nebulosas que ha publicado una chica. ¿Por qué publicará fotos de nebulosas?

-¿Por qué subes fotos de nebulosas? -le pregunto.
-El universo esconde muchas maravillas, así a lo tonto ya ves que pifostio se ha montado que estamos aquí hablando.

Me parece el único punto de luz que veo entre tanto vómito.

¿Serán reales las nebulosas? ¿O serán parte de este matrix irreal que nos mantiene entretenidos sin que podamos saber de dónde venimos y a dónde vamos?

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